«Bingladen» (10.9.09/3)

Bingladen está en todos lados. Y en ninguno. Son las paradojas del neomundo digital, la de que nadie conozca la localización física de algo tan grande y potente, y que sin embargo tenga una existencia cierta que influye en la vida real de muchos de nosotros. Pretende convertirse en el nuevo Dios, desplazando del cieloon line al Dios imperante desde su advenimiento aquel 7 de septiembre de 1998: Sangúgel.

¿Cómo pretende lograrlo? A través de infinidad de servidores estratégicamente ubicados en puntos clave del planeta, servidores que servirán para ayudarnos a encontrar lo que buscamos, que —a su vez— ayudarán a Bingladen a encontrar su lugar en el Olimpo de los Dioses 2.0, aspirando al punto más alto del podios. ¿Servidores concatenados, servidumbres encadenadas?

Nace un motor de búsqueda que es capaz de escapar a todos los estereotipos existentes hasta ahora. Nace la herramienta que nos permitirá, por fin, luchar contra la dictadura del omnímodo Godgle. Nace el único buscador que a su vez es el más buscado del mundo, pero al que nadie puede encontrar.

Nace un motor inmóvil que promete encontrar absolutamente todo lo que existe sobre la faz de la web. El ciberpoder quiere detectarlo, pero él se mueve a través de infinitas ciberautopistas e interminables cuevas que atesoran el saber subterráneo, profundo, primigenio. Él es capaz de encontrar todo y también de escapar de todos.

¿Surgirá un nuevo politeísmo 3.0 o, gradualmente, nos obligarán a reemplazar un monoteísmo por otro?

Bingladen os ama.