viernes, 20 de noviembre de 2009

Adolecer o no ser

Los niños estaban aburridos de aburrirse. Sabían que la adolescencia tocaba a su fin, que en pocos años deberían buscar una manera de ser independientes, cosa que no les interesaba en lo más mínimo. A sus 35 años, Jordi se sentía muy contento en casa de sus padres, con su Mini Cooper y su novia 15 años menor, que era para él una especie de madre. Se acercaban los 40, y eso significaba el principio del fin de su traumática adolescencia, marcada por una incipiente calvicie.

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