viernes, 7 de agosto de 2009

Gripe porcina. Efectivamente, son unos cerdos.

Es esperpéntico ver cómo los laboratorios deciden sobre la silenciosa muerte de millones de personas, dependiendo si tienen o no unos cientos de dólares para comprar la vacuna que solo producen media docena de mafias legales, amparadas por gobiernos cómplices.

Seguramente, en el Tercer Mundo morirán muchas personas por no poder pagar el desorbitado precio que imponen los dueños del mundo. Es la más clara metáfora de la inhumanidad y salvajismo del que es capaz el ser humano cuando hay mucho dinero de por medio.

El caso más claro es el de Novartis, que en 2008 ganó casi 5.700 millones de euros, un 25% más que el año anterior, y se ha negado a donar las futuras vacunas a los países del Tercer Mundo contra la nueva gripe porque «para que la producción sea viable, debe haber incentivos financieros», en palabras del presidente de Novartis, el suizo Daniel Vasella.

Está claro, volver a batir su propio récord de ganancias en 2009 es infinitamente más importante para ellos que salvar vidas de países pobres. Ni siquiera les interesa como campaña de marketing para dar buena imagen...

En su página web hablan de «compromiso», «responsabilidad», «ética» y demás palabras vacías. La hipocresía de éstos mercaderes de la vida y la muerte no tiene limites. No hay vacuna contra ésta lacra.

No hay comentarios: