lunes, 20 de septiembre de 2010

«Royal Dutch Hell» (20.9.2010/57)

Hell fue un verdadero pionero en Latinoamérica. Un modelo a seguir. Por eso, aprovechando nuestro relanzamiento en este bendito subcontinente, queremos recordar los hitos que marcaron nuestro aporte al progreso de estos confines del mundo a los que hemos ayudado depositando nuestra confianza e invirtiendo para generar desarrollo y bienestar. 

En 2009, la revista Fortune nos clasificó como la empresa con mayor cash flow del mundo. ¿Cómo lo logramos? Estamos orgullosos de que Latinoamérica haya participado en el cumplimiento de ese ansiado objetivo. Aquí una breve reseña de los hitos que marcaron nuestra andadura en el Coño Sur:

1. Argentina

15 de enero de 1999, para despedir el milenio, quisimos hacer algo realmente grande. Lo logramos con creces, de hecho no hemos podido superarlo hasta hoy: un tórrido día de enero de 1999, en Magdalena (provincia de Buenos Aires) un barco de Hell derramó petróleo en el Río de la Plata, contaminando napas de agua dulce, flora y fauna.

¿Fue grande el derrame? Somos el líder mundial en lubricantes, teníamos que estar a la altura de nuestra reputación: está considerado el mayor en la historia mundial de derrames de petróleo en agua dulce (se virtieron 5.400.000 de litros de petróleo, litro más, litro menos). No está mal, tratándose del río más ancho del mundo. Nuestros técnicos todavía hacen números para indemnizar a los millones de damnificados. Son muchos ceros.

¿Cómo quedó todo? Así lo relata una nota aparecida en Clarín el 1º de junio de 2010: http://www.clarin.com/sociedad/medio_ambiente/Magdalena-cobro-desastre-ambiental-petroleo_0_272372832.html

2. Perú
En la década de 1980 hicimos exploraciones petrolíferas en Perú, en una zona aislada de selva virgen, habitada por pueblos originarios que vivían en armonía con la naturaleza, sin contacto con la civilización moderna. 

Quisimos incluir a esos pobres desgraciados en la modernidad e hicimos caminos para acceder a la zona. Los indios no comprendieron nuestro mensaje. Más de la mitad de la población total de esa comunidad murió por epidemias al contactar con elprogreso que les ofrecimos y no quisieron ver. La industria maderera, rápida de reflejos, mientras tanto arrasó con la zona.


Sin embargo, y sin menoscabar a las demás naciones hermanas, nuestro hijo dilecto y mayor orgullo es Bolivia. Allí, con los amigos de la Standard Oil Company, en 1932 quisimos evangelizar a Paraguay y Bolivia, los dos pueblos más pobres de América Latina. 

Hicimos prospecciones por supuestas riquezas petrolíferas. Nuevamente, no llegaron a comprender nuestro mensaje. Ellos se embarcaron en la «Guerra del Chaco» (1932-1935), la mayor y más sangrienta contienda librada en América en todo el siglo XX. Colaboramos haciendo lo que mejor sabemos. 

También le pasamos a los presidentes de los dos países algunos teléfonos de fábricas de armamentos en Europa. Lo hicimos para facilitar una solución rápida al conflicto. En aquellos años todavía no había e-mail y, además, los pobres granujas no tenían ni balas para matarse entre ellos. Consta en documentos de la época que, por razones éticas, no quisimos recomendarles ninguna empresa armamentística en especial.

Murieron alrededor de 55.000 bolivianos y 40.000 paraguayos. Recién el 27 de abril de 2009, 74 años después de finalizada la guerra, Evo Morales y Fernando Lugo firmaron en Buenos Aires un acuerdo definitivo de límites del Chaco Boreal, firmado en la Casa Rosada en un acto presidido por la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.

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