viernes, 29 de enero de 2010

«Face to Facebook» (29.1.2010/39)


Año 2000 · Cafebook

Face to Face

Me pido un cortado mientas leo un libro y espero a un amigo para hablar cara a cara sobre nuestras cosas, nuestra vida, nuestros problemas. Nos juntamos cada vez que podemos por muchos motivos, sobre todo porque entre nosotros pasa algo, se establece una complicidad que es mezcla de mil cosas, ironía, humor, sarcasmo, acidez, estupidez, inmadurez, delirio, absurdo.

Pero también es el intercambio de miradas, que son una conversación aparte, paralela, pero en otro idioma, en algún punto independiente de la conversación, pero complementaria, enriquecedora, pimienta pura.

Uno se concentra en una cosa, sí, solo una. Una persona que está frente a nosotros y merece toda nuestra atención, porque fuimos a ese lugar, nos desplazamos hasta ahí para renovar ese rito sagrado del café, el libro, la amistad, la charla, la discusión, la mesita del fondo, contra la ventana.


Año 2010 · Facebook

Face to Facebook

Me preparo unos mates mientras trabajo en la compu, voy a contestar un mail de laburo cuando me aparece un amigo en el chat, sin preguntarme si estoy ocupado me empieza a escribir y preguntar cosas, sin solución de continuidad, sin esperar respuesta, como si estuviese tipeando el borrador de una entrevista. Resulta un poco invasivo, pero le respondo como puedo.

No hay intercambio de miradas, en todo caso existen los emoticonos, pero me parecen un poco involutivos. Como volver a los pictogramas después de mil años de desarrollo de la escritura, con 28 letras en el teclado, mejor escribir.

No me puedo concentrar ni disfrutarlo mucho porque cuando empezamos a entendernos un poco mi amigo me avisa que se agregó a su chat otra amiga que está en Puerto Madryn, por lo que su concentración y su tiempo se desdoblan. Y se nota.

Me cebo tres amargos al hilo, mientras espero que mi amigo logre hilar alguna frase entera y coherente. Le escribo: «¿Te acordás cuando nos veíamos en el café de la esquina de la facu? Eso era conversar, qué rito fabuloso…».

No hay comentarios: