viernes, 2 de octubre de 2009

«Barack 009» (2.10.09/9)

¿Les suena? No, Mano Negra no, esa es la banda del gran Manu Chao. Me refiero a la mano negra que —paradójicamente— se encargó de quitar del lomo de la Humanidad la mano más negra de la historia del Imperio. ¿Les suena?

Es la de Barack, la mano que barajó de nuevo en el tapete global, para intentar dejar de darnos todos los cuatros a nosotros y quedarse ellos con todos los ases. Llegó al poder al ganarle de mano al papafrita de John McCain, congelado en el conservadurismo.

Barack ganó con un slogan de esos que se le ocurren todas las tardes a los pibes en la esquina de mi barrio, pero por el que seguramente pagó varios millones y varios favores a alguna megagencia multimediática de publicidad & marketing.

Hartos de no poder con el Poder, los yanquis se sorprendieron a ellos mismos y creyeron, repitieron y corearon el slogan global: Yes, We Can imprimían en millones de carteles, remeras, pancartas, spots y cerebros del desmoronado Imperio.

Pero todos sabemos demasiado bien que la realidad nunca es blanca o negra, que tiene matices. Y muchos. Algunos entendieron Yes, Weekend y se tiraron panza arriba, mientras Barack intentaba vocalizar mejor y resultar más creíble.

A pesar de ser el blanco de muchas críticas del establishment —que no quiere perder un centavo en favor de nadie— Barack encarna para muchos el Obamerican Way of Life. Nueva mentalidad, color, matices. Una bocanada de oxígeno.

Entre Yes, We  Can y Yes, We Can’t parece haber una mínima diferencia de una letra, pero en realidad lo que hay es un abismo. Él parece querer sacar a su país (y la menos un poco al resto del mundo) de la negrura. Habrá que ver si los dueños de la negrura empetrolada opinan como él. Como nosotros. 

We Can, sin apóstrofe ni «t» final.

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